Todo cambia a partir de finales de los setenta en plena transición española. La llegada a la cabina de Barraca de Juan Santamaría comienza a generar un cambio de rumbo tanto en lo musical como en el modo de vivir la noche que ya no tendría vuelta atrás. Santamaría venía de pinchar en locales de Valencia como Oggi , Metrópolis o Distrito 10 y aplicaría en la discoteca de Les Palmeres la misma filosofía musical. Dejó de un lado la música funky y disco de raíces negras proveniente de América para realizar unas sesiones totalmente eclécticas, combinando en ellas desde jazz y post-punk hasta ópera, todo a partir de bases de música blanca totalmente alejada de lo que por aquel entonces todo el mundo concebía como música de discoteca. En 1980 llega a los platos de la cabina de Barraca el dj Carlos Simó . Con él la evolución se haría total.
Carlos Simó decide apostar por los nuevos sonidos que en ese momento aparecen a escondidas en el panorama musical mundial. Definitivamente se apuesta por las nuevas tendencias, música synth-pop, la primera electrónica y la new wave de guitarras blancas en detrimento de la música disco, considerada por la juventud valenciana de la época como música garrula y antigua, aunque eso sí dejando caer de vez en cuando pinceladas funky o temas clásicos del soul. Toda esa mezcla hacía de las sesiones de sábado noche de Barraca una cosa única en todo el Estado español.
Era por tanto posible escuchar en las noches barraqueras música de formaciones como Human League, Sex Pistols, The The, Tom Waits, Camouflage, Kraftwerk, Dream Sequence, Spandau Ballet, Simple Minds, Talk Talk, Joy Division/New Order, The Smiths, Happy Mondays, A Splint Second, B Movie, Pink Floyd, Ramones, Depeche Mode, Supertramp, New Model Army, Radio Futura, Gary Numan, etc. Barraca pasó a convertirse en punto de encuentro para todas las tribus urbanas que poblaban Valencia. Tanto new romantics, mods, punks, rockers, etc., se reunían en un ambiente de total sintonía. Si en Valencia capital el encuentro de miembros de dichas bandas acababa casi siempre en pelea (el odio entre unos y otros era total), Barraca fue un lugar de tregua, en el que lo importante era vivir la música y sentirse libres de la sociedad por unas horas.
Entre el 90 y el 94, Barraca y las demás salas de Valencia viven su cénit. Todas las discotecas llenan sus sesiones de jóvenes festeros, desde los viernes por la noche ( Spook Factory ) hasta los lunes ( ACTV y NOD ). Es la época del cambio musical. El paso de la música techno pop, industrial, new beat y EBM al llamado bakalao, estilo resultante de la mezcla de elementos del hardcore techno, el EBM y el rock gótico y que acabaría evolucionando hacia la makina valenciana, mezcla de sonidos del comercial italo-dance, el trance centroeuropeo, el hardcore holandés más suave y el techno post-industrial. Los bpms de la música en sesión se aceleraría gradualmente pasando de los 120 hastá los 150 en muchos casos.
Barraca tenía que cerrar momentáneamente sus puertas para reabrir poco después. La mayoría de discotecas notaron en exceso la persecución política y veían sin poder hacer nada como cada vez más sus parkings no llegaban a llenarse ni a la mitad de su capacidad. Entre el 96 y 97, se producen numerosos cierres de locales emblemáticos como ACTV , Heaven o Spook Factory . Solo algunas discotecas como Barraca , Chocolate , Puzzle o The Face consiguen permanecer abiertas durante un tiempo más. Barraca acaba cerrando de nuevo hasta que en 1999 se produce un nuevo cambio en el espíritu de la sala.
La llegada a la cabina barraquera de Danny Fiddo y Víctor Fletcher provoca una nueva revolución musical. Comienza a sonar música techno en muchas de sus variantes, sonando temas de The Chemical Brothers, The Prodigy, Jeff Mills, etc. También cambia la visión de los valencianos hacia el house de calidad gracias a la llegada de Jose Maria Aboga a la Terraza de Barraca , donde consigue junto a David Verdeguer crear un sonido alegre y desenfadado que consigue calar hondo en los habituales barraqueros. Con los inicios del siglo XXI y la entrada en Barraca de la productora .beat , los djs residentes Danny Fiddo , David Verdeguer , J.M. Aboga , Pedro Bol , Sergio Máñez y Javi “Nano” consiguen convertirla en el club after hours de referencia para los domingos en Valencia.
Una fecha clave para el reconocimiento de Barraca como club de referencia, ya no de Valencia, si no de toda España, es la celebración en el verano de 2003 del primer Palmeres Festival , que ha tenido su continuidad con dos ediciones posteriores. Desde entonces la nómina de star djs que han pasado por las cuatro salas de Barraca (House Room, Terraza, Barraca y El Circo) es impresionante: Jeff Mills, Alexander Kowalsky, Mistress Barbara, John Acquaviva, Laurent Garnier, Hernán Cattaneo, Oxia, Technasia, etc. En 2004 se planea abrir además de los domingos, los sábados en las denominadas fiestas Plan B , pero el poco éxito de la apuesta y la inversión realizada golpea fuertemente los cimientos del club.
Lamentablemente y debido tanto a las nuevas restricciones horarias, y sobretodo el aumento de la competencia para los domingos tarde-noche, la afluencia a Barraca va cayendo hasta que el día de Año Nuevo de 2005, el club debe cerrar de nuevo sus puertas. Sin embargo, con la entrada de la productora valenciana Night Planning , se decide abrir en fechas especiales sin una periodicidad clara establecida. En fallas de 2005 se celebra el Sensations Festival durante casi 30 horas de fiesta y con un cartel de djs invitados de muchos kilates entre los que destaca el estadounidense Stacey Pullen. Ya en verano se celebran el Sensations Summer Party y la tercera edición del Palmeres Festival con grandes nombres como Ken Ishii, Tiga, Jesper Dahlback, Josh Wink o James Holden entre otros.
Ante la gran acogida por parte del público de estos eventos, la productora y la dirección de la sala abre de nuevo una vez al mes para poder ofrecer una alternativa de calidad a los jóvenes y no tan jóvenes, clubbers valencianos. Durante estos últimos meses, Barraca ha abierto regularmente con grandes invitados, como ha sido el caso de Sven Väth, Valentino Kanzyani, Abe Duque, Kevin Saunderson, Richie Hawtin, Troy Pierce o en último caso, el gran François Kervokian, encargado en una cita tan especial como el 40º Aniversario de repasar junto a los residentes actuales muchos de eso discos que forman ya parte de la historia musical de un club como Barraca , historia viva de la música electrónica y que afronta con gran fuerza y en primera línea de combate el nuevo año 2006 donde en Febero vuelve a abrir sus puertas semanalmente...hasta hoy.
Via:dsicotequerosunidos.es
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